miércoles, 7 de enero de 2009

Comentario de Mariza Cantoni Salazar a "Entrelazando la Ciencia y la Fe".

COMENTARIO.
MARITZA CARLA CANTONI SALAZAR, mi hija mayor.
(Economista y Contadora Pública).

Querido papito: Aquí te van mis primeras percepciones de tu libro...

Llega a mis manos de manera física después de varios intentos de lectura a través del computador y empecé a leerlo sin detenerme por varias horas y he tenido que parar porque la vida real me convoca, pero esta primera parte ya va dejando mucho para decir…

Para mí tu libro es una propuesta que trata de integrar al ser en un “todo”. La comunión del cuerpo y el espíritu, de la mente y el alma, de lo visible e invisible, de la ciencia y la fe que, aunque para todos resulta algo antagónico, son parte de una unidad que se convoca a través de la amorosa presencia de Dios como tú mismo refieres.

Siento en tus líneas una moderación y una calma propias de la libertad que has encontrado con el conocimiento, ausente de todo fanatismo que todo lo distorsiona, libre de esos odiosos fanatismos a ultranza en los que, como relatas, alguna vez estuviste inmerso y de los que pudiste salir gracias al infinito amor de Dios, la tenaz investigación y la constante búsqueda a través de la oración y de la meditación, búsqueda que te lleva hoy ofrecernos este equilibrio para mí perfecto entre la Fe y la Ciencia; fuentes ambas de una sola unidad que es Dios.

Me he enternecido hasta las lágrimas por la sensibilidad desplegada desde el inicio del libro, imaginando a mi joven padre mirando absorto las estrellas y preguntándose no sólo por la inmensidad del universo sino por la del asombroso ser humano

Esta aventura escrita en 432 páginas es, como te dije alguna vez, arriesgada pero tan valiente… sé que sabes que no encontrarás en todos, el entendimiento y la aceptación para tus planteamientos, aunque te has adelantado a esta posibilidad segmentando de alguna manera al público lector y determinando a quienes iría dirigido el libro, lo cual me parece saludable.

¿Sabes qué? No sé porque razón evoqué leyéndote una clase de Física en secundaria en donde nos enseñaban el método científico y la formulación de hipótesis para la comprobación de tal o cual hecho que debería ser probado. Este libro para mi es el “método científico de la espiritualidad del ser” si así se puede llamar, la explicación de todo lo que comprende la ciencia, la física quántica etc. con el espíritu humano ligado de manera infranqueable y absoluta a Dios que, aunque no se puede ver, se comprueba a cada paso y se avala en todas las reflexiones y argumentos no solo clínicos/médicos sino en las experiencias que tu como Psicoanalista y ser humano buscador incansable de la verdad del ser propones.

Todas tus comprensiones científicas del Psicoanálisis y de la Física Quántica, como refieres enmarcadas en la Religión pueden resultar, déjame decirte, un producto incomprendido y no digerible. Pienso en algunas personas diciendo: ¿Y esto como se come? Pues tú has sido capaz de hacerlo perfectamente digerible.

Esta palabra digerible me trae a recuerdo la conversación con una amiga a la que le comenté que yo iba a terapia y hacía psicoanálisis, ella me preguntó: ¿qué es eso del “Psicoanálisis”? Yo no tenía un concepto predeterminado, lo único que tenía era mi experiencia como paciente de Psicoanálisis en estos casi dos años, lo que me pone de alguna manera en uno de los segmentos de a quienes está dirigido el libro. Fuera, claro, de mis propios intereses y búsqueda de respuestas a tantas interrogantes.

Para resumir le respondí a mi amiga lo primero que brotó de mí, que aunque es un poco fuerte y no muy agradable te lo voy a contar tal cual: Le dije que el Psicoanálisis para mí era un purgante poderoso o una “lavativa” (enema) del alma, que te hace vomitar todo tu interior…una oportunidad única para botar todos las vivencias “crudas” que nos comimos a lo largo de la vida teniendo la única y maravillosa oportunidad de volvernos a comer todas esas vivencias pero ya digeridas, sin que estas causen esa enorme indigestión a la que nos llevan, sí o sí, en algún momento, y que puede hacer reventar el alma y el cuerpo y dejarnos en la locura, sino para quedarse con ello como parte de ese disco duro necesario que se alimenta de todo lo bueno y lo malo que nos sucede.

Te relato todo esto porque tu libro me acompaña en esta experiencia de manera real pero de la mano de Dios. Pequeño detalle ¿verdad? Justamente es Él el maravilloso ingrediente, la imprescindible sal de la vida que debería ser el motor de quienes nos encontramos en este rumbo de búsqueda de la paz y la madurez interior, una verdad que no es posible dejar de aceptar, de sentir, de respirar. Muchos nos dejamos convencer por las propuestas científicas “comprobables” sin saber que de Dios es desde donde parte nuestra esencia y que debería convertirse en el centro de todas nuestras experiencias.

El contenido del libro rompe los paradigmas inclusive ante la “formalidad” del propio Psicoanálisis al integrar la Espiritualidad Cristiana al proceso del conocimiento interior.

No soy una erudita en temas Holísticos ni científicos… Soy, como dirían muchos, una simple mortal con muchas ganas de conocer y aprender pero, eso, sé que no importa: cuando se encuentra una raíz de la que asirse para explorar y abrir la mente al entendimiento, todo es posible. Tu libro me brinda esa raíz fuerte que estoy segura crecerá en todos los corazones de quienes te lean, acicateándonos a ir más allá de lo meramente visible, tocable y entendible, explorando y aceptando… aceptándonos.

Te quiero muchísimo y gracias de nuevo: Tu Paqueta.

* * *

Querido papito

A leer los mails, son muchas las sensaciones que se mueven en mí, me siento inmersa en una hermosa cadena de afectos y no tengo palabras para expresarte mi emoción y gratitud, no solo por lo que el libro significa y la importancia que reviste el sacarlo a la luz bajo tu autoría lo que, fuera de todo lo dicho, me hace sentirme orgullosa de ser tu hija; sino porque soy parte viva de los sentimientos de ida y vuelta que amigos entrañables como Fernando Alayza te profesan y viceversa.

Qué bonita es la vida cuando tienes la capacidad de generar amor en tus semejantes sobre todo un amor que no conoce tiempos, distancias, vicisitudes ni reveses... sólo la fuerza del sentimiento.

Me siento orgullosa, gratificada y feliz por ti, mereces ese maravilloso e invaluable reconocimiento y todos los que vengan a partir de ahora.

Te quiero muchísimo

Gracias

Tu Paqueta

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